Cuenta la historia que, hacia finales
de 1520, los aztecas de la ciudad de Tenochtitlan, hastiados por la opresión
del conquistador Hernán Cortés y las huestes españolas, decidieron esconder la
mayor parte de sus tesoros en la cuenca seca que surcaba los alrededores de la
capital. Tras la batalla de la Noche Triste, el tesoro jamás fue hallado, hasta
el día de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario