viernes, 4 de septiembre de 2015

El oro de Atahualpa



En 1553, Francisco Pizarro exigió un rescate a cambio de la vida del emperador Atahualpa. El soberano prometió llenar una habitación de oro, y cumplió su palabra. Quien no lo hizo fue Pizarro, que aun así lo mandó ejecutar. En venganza, los incas robaron el oro y al parecer lo arrojaron al lago Yanacocha, en la región de Llanganati, en los Andes. En 1700, el español Atanasio Guzmán fue en busca del oro, y aunque no lo encontró, hizo un mapa de la región. El original no se conserva, pero sí una copia que hizo el explorador inglés Richard Spruce y que está en el Museo de Historia Natural de Londres. El propio Spruce realizó una expedición para localizar el tesoro, pero no regresó.

Atatahualpa
(1500-1533)

Fue el último emperador de los incas. Los españoles le ejecutaron a garrote vil tras haberle acusado de fratricidio, ya que había mandado matar a su hermano Huáscar (que se había aliado con los conquistadores para hacerse con el trono), y convirtió incluso su cráneo en una vasija de oro para beber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario